Fue por un proyecto que pusieron en marcha hace ocho años, para mejorar la calidad de su producción y el desarrollo comunitario.
Los agricultores direccionaron su producción hacia el cultivo del camote.
Hace ocho años, los agricultores de Colonia Molina, en Guaymallén, se dieron cuenta de que si no cambiaban, su forma de vida desaparecería. Por eso, pusieron en marcha un proceso de mejoramiento de la calidad de la producción, que también produjo el fortalecimiento de los lazos entre los vecinos. El esfuerzo de la comunidad fue reconocido los últimos días de octubre, cuando recibieron el primer premio nacional de la Fundación ArgenInta a la calidad agroalimentaria.Los agricultores direccionaron su producción hacia el cultivo del camote.
El anuncio de que ganaron en la categoría emprendimiento asociativos de productores no capitalizados recorrió las calles de tierra de esta localidad de 1.800 habitantes. Los vecinos sintieron que era un reconocimiento a su esfuerzo y a su disposición para animarse a cambiar formas de cultivar y costumbres que mantienen desde hace generaciones.
El premio lo recibió el 27 de octubre el presidente de la Asociación Grupo Comunitario San Cayetano, Jorge Vallone, y la ingeniera Clara Contardi, del Inta Luján de Cuyo, quien los guía en el proceso.
Para Vallone, la unión de la comunidad fue el gran motor del proceso de cambio y el pilar donde apoyarse cuando las cosas no salían bien.empezar de nuevo. Muchos de los habitantes de esta localidad son propietarios de fincas de una a cinco hectáreas, las que cultivan en familia. El escenario repetido al final de cada cosecha era el de tener que arar los productos, malvenderlos por los bajos precios o quedarse con el magro porcentaje que les daban los intermediarios.
A los problemas productivos se sumaban los de infraestructura, ya que aunque la localidad está muy cerca del centro de Guaymallén, no tiene servicios básicos, como alumbrado público, agua potable o red de gas.
En medio de este panorama llegó al lugar un ingeniero del Inta que alabó la calidad de los camotes que se plantaban en la zona, por ser dulces y sin hilachas. Se lo dijo a los productores y esa fue la chispa del cambio.
Con la colaboración de Contardi idearon un proyecto para el mejoramiento de la producción, con un enfoque de desarrollo local.
El proceso fue largo, pero los vecinos mostraron creatividad y audacia. Aceptaron direccionar su producción hacia el camote. Se animaron a plantar una variedad nueva y se unieron para soportar los pequeños fracasos.
El proyecto productivo dio sus frutos. Cuando comenzaron, de las 453 hectáreas de la localidad sólo se cultivaba 25%, y ahora la cifra trepó a 40%. Además, la nueva variedad de camote -denominada morado- les permitió pasar de 18 mil kilos por hectárea a 25 mil.
La Asociación Grupo Comunitario San Cayetano, que nació con el objetivo de recuperar tierras para el cultivo y evitar el éxodo rural, adquirió herramientas y una lavadora de camote que les permitió dejar la verdura lista para la venta. Además, las mujeres hicieron camotes en almíbar y tienen un proyecto para hacerlo frito e incluso desecado.
Los agricultores también se animaron a buscar formas novedosas de difusión. En el 2001 idearon el Festival del Camote de Colonia Molina, que se continuó haciendo cada año y que permitió no sólo dar a conocer la localidad, sino también el producto estrella, que es único gracias a las características del suelo.
Ahora, el nuevo sueño de los vecinos es que se publique el libro que cuenta la historia de la localidad, el cual realizan en conjunto con alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNCuyo.
Jorge confiesa que sintieron una gran alegría cuando les anunciaron que eran los ganadores del premio. Dijo que esto demuestra que se puede salir adelante cuando una comunidad está unida y aseguró que seguirán luchando para que se vuelva a valorar el trabajo de la tierra. "Estudiar me parece excelente, pero creo que también es bueno que muchos jóvenes cultiven la tierra", señaló.
Colonia Molina aún tiene mucho que lograr, pero ahora tienen un nuevo incentivo: haber logrado el primer premio en el concurso nacional de la Fundación ArgenInta, que reconoció su esfuerzo.
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